Inteligencia artificial y responsabilidad jurídica

 

📄 Inteligencia artificial y responsabilidad jurídica: ¿quién responde si la IA se equivoca?

Introducción
La Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando todos los ámbitos, desde la medicina hasta el comercio, pasando por el Derecho. Sin embargo, su uso plantea un interrogante fundamental: ¿quién responde jurídicamente cuando una IA comete un error?

¿Qué entendemos por IA?
La IA no es solo un robot humanoide. También lo son los algoritmos que deciden si concederte un crédito, los sistemas que gestionan el tráfico urbano o incluso los programas que ayudan a los jueces a calcular penas.

Responsabilidad civil: ¿máquina o humano?
Por ahora, la IA no tiene personalidad jurídica. Por tanto, si causa daños, la responsabilidad recae sobre:

  • El programador (por errores de diseño),

  • El fabricante (por defectos del sistema),

  • El usuario (por mal uso o falta de supervisión).

La complejidad aparece cuando la IA toma decisiones autónomas y no previsibles, lo que se llama comportamiento emergente.

¿Una nueva categoría jurídica?
Algunos juristas defienden la creación de una personalidad electrónica, como la que tienen las sociedades mercantiles, para que la IA pueda responder patrimonialmente. La UE ha rechazado por ahora esta idea, optando por modelos de responsabilidad objetiva o compartida.

Riesgos penales
En el ámbito penal, no se puede imputar responsabilidad a una máquina. Pero sí puede haber responsabilidad penal de personas físicas o jurídicas por negligencia al desarrollar, implantar o vigilar un sistema de IA que cause daños (por ejemplo, un coche autónomo que atropella a alguien).

Marco normativo europeo
La UE avanza con el AI Act, que establece reglas para el uso de la IA según el riesgo que entraña (prohibida, de alto riesgo, limitada, mínima). Esto marcará las bases legales en los próximos años.

Conclusión
El Derecho debe adaptarse a una realidad en la que las decisiones ya no las toma solo un ser humano. El reto es enorme: proteger los derechos fundamentales sin frenar la innovación.