La legítima defensa.
La legítima defensa:
límites y requisitos en el Derecho
Penal español
La legítima defensa es una de las causas de
justificación que excluye la responsabilidad penal. Permite que una persona que
ha cometido un hecho tipificado como delito no sea castigada, siempre que haya
actuado para repeler una agresión ilegítima. Su regulación se encuentra en el
artículo 20.4 del Código Penal.
1. ¿Qué es la legítima defensa?
La legítima defensa es un mecanismo
jurídico que permite proteger bienes jurídicos como la vida, la integridad
física o el patrimonio, frente a una agresión injusta. No es una causa de
exención por trastorno mental, sino una causa de justificación: el hecho no se
considera delictivo si se dan todos los requisitos exigidos por la ley.
2. Requisitos legales
Según el artículo 20.4 del Código Penal, la
legítima defensa requiere:
a) Que exista una **agresión ilegítima**.
b) Que haya una **necesidad racional del medio empleado** para repelerla o
impedir el daño.
c) Que no haya provocación suficiente por parte del defensor.
En el caso de defensa del hogar frente a intrusos o allanamientos, la
jurisprudencia admite una cierta presunción de legítima defensa (caso típico:
agresión nocturna en el domicilio).
3. ¿Qué se entiende por agresión ilegítima?
Debe tratarse de una acción actual o
inminente que vulnere bienes jurídicos protegidos y que no esté amparada por el
Derecho. No es legítima defensa ante provocaciones verbales, amenazas no
cumplidas o agresiones ya finalizadas.
4. Proporcionalidad del medio empleado
La respuesta del defensor debe ser
**racionalmente necesaria**, no necesariamente igual o simétrica. El análisis
de proporcionalidad se realiza en función de las circunstancias del caso
concreto, el bien jurídico amenazado, los medios disponibles y la urgencia de
la situación.
5. Jurisprudencia y ejemplos
El Tribunal Supremo ha señalado que la
legítima defensa no exige una equivalencia exacta entre el ataque y la defensa,
pero sí una racionalidad objetiva. Se ha admitido, por ejemplo, el uso de un
cuchillo de cocina frente a una agresión física grave y persistente en el
domicilio. También se ha denegado cuando se ha utilizado un arma de fuego
frente a un empujón aislado sin riesgo real para la vida.
6. Exceso en la legítima defensa
Cuando se exceden los límites de la
legítima defensa, puede aplicarse la figura del **exceso exculpable** si el
sujeto ha actuado por miedo insuperable, confusión o alteración emocional
intensa. Este exceso puede dar lugar a una atenuación de la pena, pero no a la
exoneración total de responsabilidad.
Conclusión
La legítima defensa es un derecho
fundamental que protege a quien actúa para salvaguardar sus bienes jurídicos
frente a una agresión injusta. Sin embargo, su aplicación exige un análisis
cuidadoso de los hechos y del contexto. El respeto al principio de proporcionalidad
y la ausencia de provocación son claves para que pueda ser reconocida como
causa de justificación penal.