Publicidad engañosa e influencers: la responsabilidad también es digital
📄 Publicidad engañosa e influencers: la responsabilidad también es digital
Introducción
Las redes sociales han transformado la forma en que las marcas se comunican. Hoy, los influencers son canales clave de promoción. Sin embargo, su actividad publicitaria debe ajustarse al marco legal para evitar incurrir en prácticas engañosas, muchas veces sancionadas por las autoridades de consumo.
Publicidad encubierta: el gran problema
Uno de los principales riesgos legales es la falta de transparencia. Cuando un influencer recomienda un producto sin aclarar que está siendo pagado o patrocinado, se incurre en publicidad encubierta, prohibida por la Ley General de Publicidad y la Ley de Competencia Desleal.
📌 Según el artículo 26 de esta última, se considera desleal:
“No identificar como tal la publicidad cuando no se reconozca fácilmente como publicidad por el consumidor”.
¿Quién tiene la responsabilidad legal?
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El influencer, por no identificar adecuadamente el contenido patrocinado.
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La marca, si ha pactado esa colaboración sin exigir cumplimiento normativo.
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Incluso la agencia de marketing, si ha coordinado la campaña.
Normativa aplicable
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Ley General de Publicidad (1988).
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Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSI).
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Código de Conducta de Autocontrol y AEA sobre el uso de influencers (marzo 2020).
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Normas de la Comisión Europea sobre prácticas comerciales desleales.
Obligaciones del influencer
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Etiquetar claramente los contenidos como publicitarios: “#publi”, “#ad”, “en colaboración con...”.
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No hacer afirmaciones engañosas sobre el producto (ej. propiedades milagrosas, beneficios no demostrados).
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No fomentar comportamientos ilegales, peligrosos o perjudiciales para menores.
Sanciones
La Agencia Española de Consumo (AESA) y las autoridades autonómicas pueden imponer:
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Multas de hasta 100.000 € por infracciones graves.
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Exigencia de retirada del contenido.
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Responsabilidad solidaria con la empresa anunciante.
¿Y los sorteos o colaboraciones gratuitas?
También deben informarse claramente. Aunque no haya dinero, si hay una ventaja económica directa o indirecta, debe identificarse como contenido publicitario.
Conclusión
La actividad del influencer no está al margen de la ley. Promocionar un producto sin transparencia puede acarrear graves consecuencias jurídicas. El reto está en conjugar creatividad y legalidad, porque la influencia no exime de la responsabilidad.